CULTURA CHINCHORRO
La Sala de la Cultura Chinchorro permite conocer a los grupos humanos que habitaron la costa del Extremo Norte de Chile hace 7 mil años, y destaca especialmente los complejos procesos de momificación que aplicaban a los cuerpos de sus difuntos.
Vida Cotidiana Chinchorro
Los asentamientos Chinchorro entre los valles de Lluta y Camarones, se beneficiaron de ecosistemas abundantes en peces, mamíferos y aves marinas, además de moluscos y algas. Los valles bajos ofrecieron recursos como camélidos y vizcachas, además de agua dulce y recursos de humedales, como la totora, materia prima ampliamente utilizada.
Los asentamientos Chinchorro ubicados entre los valles de Lluta y Camarones, gozaron de ecosistemas abundantes en peces, mamíferos, aves marinas, moluscos y algas. Los valles bajos albergaban camélidos y vizcachas, además de recursos como agua dulce y, en los humedales, la totora: materia prima utilizada ampliamente por los Chinchorro.
Existen tres propuestas que explicarían el origen de los primeros pescadores de esta zona. La primera, sugiere que cazadores altoandinos reorientaron su vida junto al mar; la segunda, sostiene que ocurrió un desplazamiento de poblaciones amazónicas hacia el Pacífico; y la tercera, que tiene mayor sustento arqueológico, apunta hacia un poblamiento netamente costero.
La abundancia y estabilidad del ecosistema marino litoral, junto al conocimiento de una tecnología especializada, permitió a los Chinchorro una vida relativamente sedentaria. Al tratarse de grupos de pescadores, cazadores y recolectores, desarrollaron prácticas mortuorias complejas, que requerían materias primas seleccionadas, conocimientos anatómicos especializados y una vida espiritual extraordinariamente profunda.